Tal para cual

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Tal para cual,
buscamos la madrugada…

El derecho y el revés de una camisa,
complementados, necesitados,
compartiendo un mismo cuerpo
en el que ambos soñamos.

…como el beso y la pasión,
…como el alma con su pena,
…como la sombra y el sol
que deambulan por la acera…

Tal para cual,
creo, somos…

como cara y cruz
de una moneda,
como mano y su guitarra
que en notas constantes sueñan.

Como botón con su ojal
que con ansia siempre esperan
que se entrecrucen sus almas
al abrocharse en la tela…

Tal para cual lo llevamos
metido ya en nuestras venas…
Imán de polos opuestos
que nunca más se despega…

Tal para cual ya seremos
de aquí al futuro que muera
y encontrarnos como uno
debajo de la arboleda…

Tal para cual es la pena…

© 2015  J. I. Salmerón

¿Acaso no te has fijado…?

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¿Acaso no te has fijado…?

…No has visto que el frio invierno
desciende por el tejado.
Que la primavera muere
al no encontrarte a mi lado.

¿Acaso es que no lo viste…?

…Que en nuestro rio, el agua,
no brota por estar triste,
que tu salida se hacía
cada vez más empinada.

¿Acaso es que no pensabas…?

…Que tu camino partía en dos
nuestras esperanzas,
que por las cuestas, tus besos,
por las esquinas rodaban…

¡Y yo no tenía manos!
¡Y no podía agarrarlos!
¡Y se explotaban de Amor
al chocar con los guijarros…!

¿Acaso no lo has notado…?

¿Acaso tú no has vivido
todo esto que te digo?
¿Acaso tú fuiste un sueño,
una nube de verano?

…Acaso es que yo estoy loco
y son quimeras , son vanos,
que no consigo arrancarlas
de mi mente ni mis manos.

¿…Acaso ya no existías
cuando escribí mi legado…?

© 2015  J. I. Salmerón

¡Qué dura suena la tierra…!

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Los recuerdos acompañan nuestros pasos.
Imposible es olvidarlos.
Los recuerdos calan hondo.
Son parte de nuestro ayer,
y del alma su legado…

…Hoy hace tres años que mi madre, Susana, se marchó de esta tierra a lo más alto. Hoy hace el mismo frío en mi alma que el día que la enterramos. Por eso el recuerdo, siempre, junto a mi sombra va andando.
Hoy quería recordarla de una manera especial, porque el recuerdo de ella, para mí, es un diario. Hoy quería que leyerais lo que le escribí a los pocos días de habernos dejado, para que ella, si es que puede, se de cuenta que aún la amo…

 

¡Qué dura suena la tierra
golpear contra la tapa!
¡Qué dura que era la tarde,
a pesar de soleada!

¡Qué duro que es enfrentarse
con la verdad, cara a cara!
¡Qué duro fue despedirme
de mi querida Susana!

¡Qué dura que es esta vida!
¡Qué duras son sus mañanas!
que aún amaneciendo virgen
de «noches» vienen manchadas.

¡Qué rugosa que es la tarde!
Como lija, a dentelladas,
te va limando los días
hacia una noche cerrada…

¡…Y no hay descanso posible!,
¡y no hay paz ni en la mirada!,
¡y no hay norte, ni horizonte!,
¡y solo hay cruz, nunca cara!

¡Que lo sentían mis huesos!
¡Que lo sentía mi alma!
¡Que lo sentía mi voz
que apenas un hilo daba…!

…Ya sé que debo penar
y así mi hombría forjarla,
pero es más grande el sufrir
que derrite mi coraza…

…Qué dura fue aquella noche
sin estrellas, tan ahogada,
sin la luz de tu presencia,
sin sentir tu Amor, Susana.

 © 2015  J. I. Salmerón

Tu estrella será el secreto

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Tu estrella será el secreto,
será la risa de tu amanecer,
de nuestro acuerdo,
de nuestro Amor en silencio…

De nuestro más preciado tesoro
del galeón en el fondo inmerso.

…Y no habrá paso del tiempo…

No se atreverá a mover las agujas de su cuerpo,
no tendrá brazos o serán yertos,
sin apenas movimiento,
sin respirar apenas,
tapando los segundos con su aliento.

Solos los dos en el desierto,
o en la pradera,
o en la montaña,
con los fríos y los hielos…

O en el pinar, en sus caminos perdidos,
esos polvorientos,
esos que llenan las noches de verano
de sus plácidos sueños,
de tus plácidos sueños…

…Tu estrella será el Amor
que voy guardando tan dentro.

© 2015  J. I. Salmerón

Apenas hoy queda tiempo

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Apenas hoy queda tiempo para escribir un «te quiero…»
Apenas quedan minutos, apenas yo puedo verlo.
Que va más lento ese río que se tira desde el cerro
que las vidas que llevamos tan apretadas de tiempo…

No podemos descansar, ni tregua nos concedemos,
no le dejamos volar, liberar nuestro cerebro.
Arrepentidos seremos por no parar un momento
y disfrutar de ese rato en que te leo mis cuentos.

En que te tomo las manos, como si tuviera miedo
de que al soltarlas te fueras tan lejos como ese viento.
En que me hundo en tus ojos, precioso jardín de otoño,
suspirando cada vez que en ellos veo un asomo

de la sonrisa que tienen, de esa plácida mirada,
que me transporta y me duerme como sueño de mañana.
¡Como me gusta mirarte y perderme y encontrarme
y suplicar que no dejen tus ojos de traspasarme…!

Apenas hoy tengo tiempo de decirte que la noche
sin la luz de tus estrellas apenas a mí me luce,
que no se ven los caminos ni se adivinan los cruces
por donde debo yo ir y ver si tú me seduces.

Que solo te dejo aromas, retazos de mi perfume
para que a ti te acompañen en esta noche sin luces…
Ya no hay tiempo para más, mi dulce estrella de mar…
Añoranza que a mi boca le queda de tu besar…

de tu respirar…
de tu profundo mirar…

© 2015  J. I. Salmerón

La vida es Amor

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…Emociones profundas
llenan nuestras vidas.
Sentimientos que afloran
al esconder de una esquina.

De besos cautivos,
de cálidas risas.
De preciosos versos
que algún día escriba…

De parejas nacientes
que amores encienden.
De amores maduros
que de Amar, ya entienden.

De manos que rozan,
de besos en boca.
De abrazos que encierran,
de Amor, una historia…

De sueños pendientes
junto a las estrellas.
De tardes menguantes
y de lunas llenas.

De lentos caminos,
de verdes praderas.
De miradas tiernas
que al Amor esperan…

…La vida se llena
con estos momentos.
La vida es Amor,
lo llevamos dentro.

© 2015 J. I. Salmerón

Queridas cartas:

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…Estas navidades he recibido como felicitación 200 mensajes de wasap, 20 correos electrónicos y 2 cartas… Sí, tan solo dos cartas. Y es que las cartas, la escritura, está cayendo en desuso de una manera tan brutal que se oye rumorear por ahí que dentro de poco, en los colegios, no se utilizaran los bolígrafos y los lapiceros, que todo se hará en teclados y periféricos informáticos, pantallas electrónicas y lápices ópticos, y esto, para una persona con el tacto tan agudizado como el mío, a la que le gusta tanto tocar, y oler, el papel en el que leo y en el que escribo, he de ser sincero, me ha dejado muy, muy preocupado y lleno de lástima y pena, llorando casi por lo que, irremediablemente, se perderá con el tiempo. No sé, quizás sea la edad que me hace ver las cosas de antes perdidas, como si ya no tuvieran remedio…

Desde aquí quiero aportar mi granito de «papel y lápiz» al asunto, y en homenaje a esas cartas que antes las recibíamos por decenas, les quiero dedicar estas sinceras letras…

(Claro, que si no existiera la informática, ahora no podría enviaros esta carta… ¡Vaya lío, si lo sé, no escribo…!)

 

Queridas cartas:

He de deciros que hoy echo de menos
el roce de mi piel en vuestros pliegos,
ya no recuerdo el tacto entre mis dedos
y extraño vuestro olor en mi nariz.

Que vuestra ausencia en mí se me hace eterna,
que apenas vuestro olor mi alma recuerda,
como en noviembre invocas un abril…

Queridas cartas:

Evoco vuestro sello como emblema,
que mata el circular de tinta negra
validando la franquicia que lo lleva
en alas de los vientos a mi piel.

Añoro vuestro grácil contenido,
a veces parco y otras un delirio
de besos encerrados en papel…

Queridas cartas:

Que espero en impaciente duermevela,
con ansia juvenil de la veintena,
como he esperado tantas noches bellas
a que llegara aquel amanecer…

Queridas cartas:

Volved a mi buzón,
que yo tendré a su vez
abierto y esperando el corazón.

Queridas cartas:

Hacedme este favor…

© 2015  J. I. Salmerón

¡Estos son vuestros números… Gracias a todos por ellos!

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¡Gracias por alimentar con vuestras visitas todos estos números que me dice WordPress que he tenido este pasado año 2014!

Sin vosotros no hubiera sido posible estar aquí, mantenerme aquí, pues aunque se publica por puro placer de dejar constancia de lo que uno siente, no es lo mismo hacer el viaje solo que con tan estupenda compañía como es la de mis seguidores. Desde aquí quiero daros las gracias por vuestra compañía, por hacer más ligero y agradable el camino escogido y llevarme de la mano, casi en volandas, hasta encontrar ese destino que buscamos incansables hasta llegar al final de nuestro viaje.

«Soy muy feliz comprobando que a lo largo del sendero,
a pesar de ser estrecho y de lo lento que ando,
siempre he tenido detrás, codo con codo, apoyando,
a tanta gente dispuesta a seguir con esta apuesta
y no dejarme en la cuesta, solo y a pie, caminando.
Vosotros, con vuestra alas, me hacéis ligero el camino,
prestándome vuestros sueños si ello fuera preciso,
haciendo mi caminar, sin importar el destino,
como un alegre paseo en mañanas de domingo.

A vosotros doy las gracias y desde aquí os felicito,
y os comparto mi viajar a pesar de ir despacito…»

Un abrazo.

Aquí hay un extracto:

La sala de conciertos de la Ópera de Sydney contiene 2.700 personas. Este blog ha sido visto cerca de 22.000 veces en 2014. Si fuera un concierto en el Sydney Opera House, se se necesitarían alrededor de 8 presentaciones con entradas agotadas para que todos lo vean.

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