La culpa

 

La culpa fue del rayo y la tormenta.

La culpa fue de la lluvia incesante.

Del trueno que amenaza a cada instante.

Del viento que en susurros te lo cuenta.

 

Tal vez tu corazón ya no lo sienta

pues tengas del Amor por hoy bastante,

y apague ese sentir que ayer, constante,

llenara de verdad, aunque hoy te mienta.

 

A cadena perpetua condenado,

no tuviste indulgencia con tus penas

y el pobre corazón fue denostado.

 

Tú que quisiste amar a manos llenas

hoy solas y vacías se han quedado

como si fueran canto de sirenas.

©2019  J.I. Salmerón

La bicicleta

 

Oía el timbre sonar a lo lejos.
Yo te esperaba ansioso a que vinieras.
Tu pelo caminando sobre el aire.
Y ese vestido azul, y aquellas piernas…

Pasamos tantas tardes de verano
montando sueños en tu bicicleta.
Tú delante de mí y yo abrazando
aquel talle de niña y de princesa.

Los chopos, el paraguas del camino.
De rojo, la sonrisa de tu boca.
Intenso aquel perfume que, en tu pelo,
hacía enloquecerme gota a gota.

Como si fuera ayer,
la vida me regala ese momento.
Sin creer que ha pasado media vida.
Sin saber cómo llega hoy su recuerdo…

Parábamos al borde del arroyo
a ver quién de los dos era el primero
que, metiendo las ganas en el río,
mojaba esa pasión de ardor intenso.

Y no había manera de frenarlo.
Como un potro salvaje y desbocado,
el beso cabalgaba por el aire
hasta que era domado por los labios.

Tu boca era la miel…
El dulce atardecer de aquel verano,
el viento, las caricias, y tu piel,
me hicieron carcelero de tus brazos.

Me gustaba guiar a tu cintura
por el camino verde en la vereda,
y que los juncos fueran poesía
cuando rozaban, al pasar, tu tela.

Y siempre regresábamos de noche,
las estrellas, tú y yo, y la bicicleta.
Y el faro entristecido que alumbraba
a golpe de pedal la carretera.

…Aún recuerdo a tu timbre que llamaba
antes de que llegara a la plazuela.
Y yo, que tras la esquina te esperaba,
para montar de nuevo sobre el sueño
al que tú me llevaste en bicicleta.

©2019  J.I. Salmerón

Al alba

Al alba pierde la noche
la capa donde se oculta.
Al alba van las estrellas
apagándose una a una.

Al alba, mueren las sombras.
Al alba, todo es penumbra.
Al alba vuelan los sueños,
los que se tejen de luna.

¡Y los amores de noche,
los que se abrazan y acunan
cerrando fuerte los ojos
para sentirlos más cerca,
al alba viajan y mudan…!

Porque de día, la vida,
no entiende de sentimientos.
Porque la vida, de día,
no se entretiene en momentos.

Al alba, siempre buscando
donde está el fin del camino.
Al alba, siempre esperando
a que tu abrazo sea mío.

Al alba, sale el lamento.
Al alba, llora el rocío.
Al alba va el pensamiento
llenándose de tu olvido.

-Yo quise tener al alba
un gorrión dentro de un nido,
uno que cante muy alto
para no quedar dormido.

Por si regresara al alba
y, al alba, mi sueño olvido,
ese Amor que al alba escapa,
ese Amor que yo he perdido.-

Al alba, siempre es al alba…
Cuando se calla la noche.
Cuando recobro el sentido.
Cuando en las calles, del brazo,
siempre paseo contigo…

©2019  J.I. Salmerón