Como una noria, girando.

Juan I. Salmerón

Como una noria, girando,
la vida va dando vueltas.
Unas veces en lo alto,
otras viendo solo tierra.

Como tus besos y abrazos
que si los tengo me elevan,
pero si son de otros labios
solo me cubren las penas.

Y gira y gira el camino
y en el Amor, vuelta y vuelta.
En cada cruce elegimos
dónde esos pasos nos llevan.

A pesar de mil destinos
solo nos cabe un camino
que andar bajo nuestras piernas,
aunque cueste decidirnos.

Y paso a paso los besos
y en el costal, tu cariño.
Y tu cintura en mi mano,
y tus deseos conmigo.

Y juntos subimos alto
si compartimos asiento
y entrelazamos las manos
viendo al sol cruzar los vientos.

Nos regalamos los labios
y solo hablamos suspiros.
Nos abrazamos despacio
por si falla el equilibrio.

Volvemos a dar la vuelta,
de nuevo gira la vida.
Hoy en lo alto contigo,
mañana lo que Dios diga.

Como una noria, el Amor,
se ha puesto a jugar de nuevo
y no sé cómo explicarle
que tanto giro en el aire
a mí me causa mareo…

© 2015  J.I. Salmerón

…Siempre me acompañas en mis sueños…

Juan I. Salmerón

…Siempre me acompañas
en mis sueños…

tú acaricias mi dormir y
siempre tocas mi cuerpo
con un soplo de Amor dulce
enredándose cual viento.

Siempre me abraza tu voz,
y tu mirar me hace preso.
Siempre tus ojos me atrapan
y de tu boca, soy beso.

Siempre en mis brazos te espera
mi disfrutar más soñado
para que nuestro abrazar
sea pasión y arrebato.

Y si mi cuerpo no abarca
y no llenara tu espacio,
siempre estará allí mi sombra
para ocupar ese abrazo.

Para abrazar sin tocar
pero quedando la esencia
tan suave como un rozar,
como tu beso de entrega.

¡Disfruta bien esta noche,
como si no fuera un sueño!
¡Acompáñame en el viaje
que puede que sobren besos!

¡No dejes que me despierte,
disfrútame sin pensar,
que puede que la mañana
hoy no se atreva a llegar…!

…siempre mis sueños contigo,
buscándote al despertar…

© 2015  J.I. Salmerón

He visto el mar en la ventana del alma

Juan I. Salmerón

He visto el mar en la ventana del alma
y un huracán que va empujando mi calma,
la suave luz de una  mañana temprana
que se coló en mi habitación.

Y aquel recuerdo en la penumbra, dormido,
hoy se llenó de ayer en mí, como un nido,
y alegremente en mi cabeza el sonido
me va alegrando el corazón.

Era el paseo de un Amor
que en la distancia se marchó
y hoy me acelera la pasión…

Bajé por la vereda fiel de tu nombre
que tantas veces desgastaron de noche
mis labios que te repetían a voces
como si fuera una oración…

Y aquella fiesta en la que fueron tus besos
los anfitriones locos de mis deseos,
los bailes que mi boca bailaba lento,
y hoy su recuerdo es emoción.

Era el deseo de volver
a ser de nuevo el corazón
que palpitara en tu interior…

Sentí rondar ayer tu mano en mi hombro
aunque solo tu voz sintieran mis ojos,
bastó el imaginar desnudo tu torso,
tu piel rozándose en mi piel.

Y así el festín nos puso sobre la mesa
esos manjares que hoy tus labios recuerdan,
esa pasión que hoy triste vuela en ausencia
hasta encontrar nuestro querer.

Fue mi silencio y tu dolor
el que de noche lo cerró
como las hojas de una flor…

Con tanto mar en mi interior mi alma se ahogó,
y la ventana de mi Amor de aire quebró,
la suave luz entre la noche se perdió,
como tus pasos en mi ayer
junto a tus besos y tu voz…

© 2015  J.I. Salmerón

Yo sé que noches oscuras

Juan I. Salmerón

Yo sé que noches oscuras
nos acechan asustando.
Que las hojas son caducas
y los ríos llenan mares sollozando.

Que el recuerdo no se olvida
a pesar que lo intentamos.
Que los roces de las manos
en el alma, como clavos, los llevamos.

Yo sé que nos duelen hondo
los caminos al andarlos.
Que nos pesan y se cierran,
por el mirar, nuestros párpados.

Que esperamos en la noche,
en su sombra, agazapados,
a que lleguen las mañanas
y sus luces a abrazarnos.

Ya lo sé, que soy consciente.
Ya lo sé, que esto hace daño.
Que el destino siempre empeñe sus razones
en querer de nuestra vida hacer un llanto…

Pero la vida amanece
con la esperanza mirando
y esa sonrisa de Amor
que el sol regala en lo alto.

Siempre nos queda camino
para seguir avanzando.
Siempre habrá algún hombro amigo
Para de pena empaparlo.

Siempre habrá un día después,
siempre habrá luna en lo alto.
Y si miramos al lado,
siempre una mano esperando…

© 2015  J.I. Salmerón

A veces…

317

A veces,
cuando la noche me acoge en sus silencios,
me parece estar perdido en mitad del mar,
entre los susurros del mar,
acunado por su suave oleaje…

A veces,
me parece estar solo en la inmensidad
para poder decidir lo que está bien y mal.
Poner mis reglas, las que mi lógica dicta,
que para eso es mía.

Solo habría Amor y cortesía,
y buen humor, y poca envidia.
Todo sería a media luz,
sin estridencias  que impidan
ver con claridad los amaneceres,
las tardes entre lo verde,
y las noches blancas de luna fría…

Todos llevaríamos, en el bolsillo,
la esencia de la vida,
y así oler a cada momento
la tierra rebozada de un otoño de lluvia.

O la flor de más olor, esa rosa tan amarilla,
o los pinos de verde color, verde intenso de medio día,
o el olor a cielo azul cuando me besas la mejilla…

A veces,
cuando la noche me acoge en sus silencios,
todo mi corazón, sin saber cómo,
al acordarse de ti,
con más fuerza palpita,
al reflejarse en ti,
con más fuerza brilla…

© 2015  J.I. Salmerón

Una tras otra las nubes

392

Una tras otra las nubes
desfilan hacia el ocaso.
La tarde vence de sueños
y se retira al descanso.

Los verdes pasan a ocres:
Rojo, amarillo, dorados.
La noche guarda silencio
al saltar por los tejados.

Incluso el río en el puente,
donde su voz es más brava,
parece que de puntillas
cruzan calladas sus aguas.

Los sentidos se agudizan.
Oigo unos perros ladrando.
Y las copas de los chopos
saludan desde el barranco.

Desde lo alto del monte
veo los campos soñando.
Ya dejaron sus labores,
se tapan de oscuro manto.

Mi pasear se hace lento.
Me gusta el olor a leña
que la niebla de ese humo
va perfumando en la tierra.

Ya veo brillar las piedras,
al final de mi sendero,
que la farola calientan
como si fuera un brasero.

El aire silba a mi lado.
La calle quedó vacía,
y la sombra de la tapia
ahora es extensa y fría.

Ya no distingo las nubes,
ya los colores se fueron,
y el frío de un nuevo otoño
se apoderó de mis huesos.

La luna quiere asomar,
desde el otero me mira,
acompañada de estrellas
llenan la noche de vida.

Todo cubierto de noche,
todo callado y sereno,
todo un día dice adiós
para dar paso a los sueños.

Todo esto es un disfrutar,
los sentidos reverberan
plenos de satisfacción
inundando las aceras.

Mañana puede que el sol
acompañe tus paseos
y que la noche, al llegar,
traiga tus más dulces sueños…

© 2015  J.I. Salmerón

Tengo ganas de besarte

Juan I. Salmerón

 

Sabes…

Tengo ganas de besarte,
pero ni aupándome llego.
Y es que es tanta la distancia
que separa nuestros miedos…

Es tan largo ese camino
que con sombras se ha cubierto,
que vuelve su caminar
en triste destino incierto.

Es verdad…

Que entre los dos hay un mar
y tú y yo islas de lejos
con playas sin habitar
que solo comparten vientos…

Y desde el acantilado
te mando en botella un beso
porque no sé si tus labios
guardan aún su recuerdo.

Añoro…

Como tus labios me hablaban
cuando besaban mi cuerpo.
Aún noto en mí su sabor
de Amor diciendo: “te quiero…”

Son tantas las ganas presas
que de besar llevo dentro
que el monte que nos separa
convertiría en paseo.

No temas…

Que al final te encontraré
aunque nos empuje el tiempo,
aunque tenga que crecer
para llegar a tus besos.

Y entonces serán los ojos,
nuestros labios, nuestros cuerpos,
los que nos regalarán
miradas, abrazos, besos…

Sabes…

Tengo ganas de besarte
y ni aún saltando yo llego…

© 2015  J.I. Salmerón

…Y de regalo mi Amor

Juan I. Salmerón

…Y de regalo mi Amor,
envuelto en papel de sueños.
Y las velas a soplar,
las blancas de mi velero…

Da comienzo un nuevo año
con un nuevo despertar,
con una ilusión que empieza,
¡más vida que disfrutar!

Como una nueva canción
que se compone a distancia,
así el ritmo de tu vida
comenzará en la mañana.

Y no olvides recordar
que los sueños van contigo,
acompañando tu viaje
sin sitio para el olvido.

…Y de regalo mis besos
que tanto echas de menos.
Y si los quieres envueltos,
entre mis brazos lo hacemos…

La media noche ya llega
y con ella acudirán
esos sueños que tú anhelas
y en los que echas a volar.

Y no hay que temer al tiempo,
que si ha de pasar, lo hará.
Más dolor tiene el destierro
de un Amor que hay que olvidar.

Podrás esperar que llegue
aquel Amor que soñaste,
no importa si pasan años
que hay vida para esperarle.

…Y de regalo mis manos
acariciando tu espalda,
y la pasión con que miro
tus ojos ante mi cara…

Y si una vida no basta,
en caso de que haya más,
esperaremos sentados
que llegue la eternidad…

© 2015  J.I Salmerón

Me aburro…

016

Me aburro…
Cuando te tengo tan lejos,
me aburro.
Cuando no tengo tu abrazo,
cuando no siento tu beso,
cuando eres solo un recuerdo.
Me aburro…

La decepción vive dentro,
porque no veo tus ojos,
y mi Amor se va escondiendo.
Porque no tengo tu mano
que me lleve de paseo.
Me aburro…

Y en el hastío me pierdo,
que mi reloj se hace eterno
y la tarde es un tormento,
y no dibuja el momento
en que te vea de nuevo, y…
Me aburro…

Y es tal fastidio no vernos
que no sé si eres verdad
o solo imagen de espejo
que no se puede tocar.
Como la estrella y la luna,
como la brisa del mar.
Y entonces vuelvo a pensar…
Me aburro…

Cuando no te tengo cerca.
Me aburro.
Cuando me sacia tu ausencia
y estoy harto y tan cansado
de no tenerte a mi lado,
de no poderte mirar
y acariciarte despacio.
Me aburro…

Y es que ya no me divierto,
por eso estoy asolado,
por eso en la puerta estoy,
sobre mi silla sentado,
para poder divisar
y verte pronto llegar,
para tenerte a mi lado.

Que mientras tanto, esperando,
viendo la tarde pasar…
me aburro…

© 2015  J.I. Salmerón