…Muy poco tiempo ha pasado, apenas son cinco meses desde que me embarqué en esto de los escritos y fotos. Aún no ha hecho medio año y llevo ya más de ciento a los que siguen atentos, a los que siguen de lejos, las emociones que cuento y las fotos que mi luz pinta entre rimas y versos. Son más de cien las personas, esas almas bondadosas que me leen y me aguantan. Son más de cien corazones los que laten y se expresan dando sentido, emoción, sentimientos y razón para seguir adelante y poder contar mis artes, aunque sean poca cosa, aunque terminen en prosa, desde el primer seguidor hasta el último que escoja las páginas que se esbozan dentro de este ordenador.
A vosotros, mis más fieles seguidores, que hoy ya sumáis más de cien, yo quiero daros las gracias con estos cuatro renglones donde expreso las razones y sensaciones que vivo cuando os siento aquí conmigo, más que lectores, amigos…
¡Por mi primera centena! Y que vengan muchas más…
Gracias por estar aquí,
en el rincón, junto a las brasas.
Gracias por pasar un rato
y hacer de este lugar casi una casa…
Gracias por hacer especial
cada noche que me aguarda,
por dejar esas estrellas
colgadas de mi ventana.
Junto a mi lecho de sueños,
junto a mi luna tan blanca…
Gracias por compartir
las vivencias que te abrazan.
…Y por tus lágrimas íntimas
y saladas como escarcha,
que me calman el ardor
que lleva dentro mi alma.
…Y es que sin ti, apenas nada.
sin los “te quiero” no entiendo
cómo la vida en mí pasa,
cómo llegar a mañana.
Sin ti se muere el futuro,
la noche negra me atrapa,
sin ti no tiene sentido
avivar hoy esas brasas.
Vacía, sin tu mirada,
la calle estrecha y se apaga.
Y mi corazón se encoge,
la respiración me falta…
Por eso, gracias de nuevo
por volar a mi ventana,
y hundirte sobre mis sueños
como si fueran tu almohada.
© 2014 J.I. Salmerón
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