Allí encerré el misterio de tu nombre.
Allí quedaron guardados tus besos,
aquellos que nos dimos en secreto
y fuimos disfrutando cada noche.
Allí dejé escondidos esos sobres
que en tinta contenían tantos versos
y hoy solo son renglones de recuerdos
que puede que su ausencia tú no llores.
Las tardes que la lluvia se desploma
e inunda mi memoria de nostalgia
es cuando tu recuerdo en mí se asoma.
Y tantos años ya no son distancia,
que tu escondido nombre se hace aroma
y los secretos huelen a añoranza.