…Y es que cuando se entregan las manos,
se entrega también un pedacito del alma,
un pedacito de llanto,
un pedacito del sentir
que uno guarda en lo más hondo…
De lo que pudo haber sido y no fue,
que siempre arrastra tras de sí
lágrimas de impotencia, de rabia,
de… de soledad…
Y de miradas intensas al mar,
al mar de los sentimientos,
profundos y, a pesar de mojados,
siempre sedientos…
¿Puede haber calor en la soledad…?
Creo que no, pero sí en el recuerdo…
Pero sí en el abrigo de mis manos sobre tu cuerpo,
aunque solo lo sienta ya mi recuerdo…
aunque esta distancia me mate por dentro…
…Mi mano seguirá
el camino de tus sentidos,
seguirá la senda que tu piel le marque
desde el nacimiento
hasta el desembocar de las emociones,
y morirá en tu mar,
como un río…
…El blues de la soledad,
donde el recuerdo, siempre,
se va a parar…
Ese blues a la soledad pudiera interpretarse como mirar hacia dentro, aunque con impotencia y rabia por no haber podido dejar salir los sentimientos y las emociones. Porque son tan bastos como el mar, como bien dices, pero hay que sacarlos para que no se ahoguen en si mismos y terminen siendo pura soledad, «a pesar de mojados sedientos», solo recuerdos.
Ahora cuando vea el mar me acordaré del blues de la soledad, donde el recuerdo siempre va a parar.
Un abrazo.
Es que todos los sentimientos no son capaces de salir de dentro, no encuentran el camino para salir. Hay una parte de la soledad que siempre van con nosotros, siempre se queda oculta, y aparece en nuestro recuerdo cuando menos lo esperamos.
El mar es un buen destino para ese blues, ya lo creo.
Un abrazo
Saludos, Juan Ignacio, a esa soledad que es cálida cuando es deseada.
Un abrazo.
Deseada y a veces necesaria… Melancolía solitaria
Un abrazo
Como comentas a veces es muy necesaria la soledad, y más cuando es deseada como comenta Isabel.
Un abrazo y precioso texto.
De vez en cuando viene bien, es necesaria para hacer muchas cosas
Gracias por tu comentario.
Un abrazo
La soledad buscada es muy fructífera, me gusta tu blues y la fotografía, quizás te la copie…, jajaja, saludos
Para poder concentrarse es imprescindible buscar ese momento con uno mismo.
Puedes copiar la foto, ya sabes que está a tu disposición, no hay problema.
Un abrazo
Me encanta como me dejas «pintarte». Un saludo.
Siempre a tu disposición, ya sabes: todo tuyo…
Ouch… Llegó, entró y se hizo sentir…
Bello poema, amigo.
Gracias Loretta. Me alegro que te llegue de esa manera, con ese sentir
Un abrazo, muchos apapachos…
Me has hecho recordar que el otro día hallé el significado de «apapachos»: acariciar con el alma (yo pensé que simplemente significaba «abrazos») 🙂
Pues mejor todavía, más sentidos aún son, ¿no?
Me gusta esa definición…
Más apapachos entonces.
🙂
Precioso poema.
Un abrazo
Gracias Ramón.
Se te echaba de menos…
Un abrazo.
Intentaré sacar tiempo, pues merece muchísimo la pena tanta belleza de imágenes y letras esperando unos ojos que las acaricien y acompañen algunos ratitos de reloj parado.
Un abrazo
Seguro que sí, Ramón, que poco a poco sacarás el tiempo necesario para ponerte al día, que no hay prisa.
Que ese reloj del que hablas te dará los ratos necesarios.
Un abrazo